Silenciosa presencia, alma inquieta,
Tus pasos dormidos e inquieta impaciencia,
Madrugadora alma.
Tu mirada que inquieta,
Escrupulosa versa.
Esas palabras colmadas, palabras rumiadas.
Tu mente inaccesible,
Llena de extrañas realidades.
Y te presentas fuerte donde hay debilidades,
No por eso dejas de ser un alma llena de bondades.
No tiene rimas lo sé, pero con ellas quedaba demasiado irreal, demasiado pensado, tonto para mi gusto... me gusta así, sin rimas... para mí mucho más sentido.
Ahora tengo que ver si me animo a darselo a mi papá.
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