domingo, 8 de junio de 2008

Boquitas Pintadas


(...) Las cartas atadas con la cinta rosa cayeron al fuego y se quemaron sin desparramarse. En cambio el otro grupo de cartas, sin la cinta celeste que lo uniera, se encrespaba al quemarse y se desparramaban por el horno incineratorio. Se soltaban las hojas y la llama que había de ennegrecerlas y destruirlas antes las iluminaba fugazmente.(...)
Fragmento de Boquitas Pintadas, Manuel Puig.

Me encanta ese libro, es dinámico, es polémico, es único, es femenino, es tan genial.

Y como bien ahí dice todo se quema, desaparece, algunas cosas tardan más en extinguirse otras son más rápidas. Como el tiempo, como nuestras cosas como nosotros. Y los días se queman se desvanecen, hoy es un día, mañana otro y otro diferentes, únicos, mortales.
Se esfuman.
Por suerte...


1 comentario:

Unknown dijo...

me encanta ese libro
cuánta soledad; son tan efímeras las vidas de las personas, el tiempo va borrando al pasar, y el olvido como un fuego es capaz de quemar lo poco que queda, líneas sueltas en algunas cartas, amor que ya no pertenece a nadie. La cinta rosa, la celeste, las cartas desparramadas y la llama que las iluminaba fugazmente; un último ademán de adiós a un tren que ya había partido hace tiempo
¿ya dije que me encanta este libro?