Mentiras y
fantasías rodeaban mi rimbombante ingenuidad. Creí la mentira, mientras sangra
por la verdad. Reían a mis espaldas, cantaron sus orgullos, amenazaron mi dignidad.
Me dieron dolores por sinceros abrazos y eternos llantos. Dijeron caprichos y
lloraron hipocresía frente a mi miedo. Me hablaron sin ojos, cuando intente
mirar. Me regalaron espinas cuando creía en los pétalos del rosal. Me dieron
heridas que no dejan de sangrar.
viernes, 30 de octubre de 2015
martes, 25 de agosto de 2015
CANTO - Alejandra Pizarnik
el tiempo tiene miedo
el miedo tiene tiempo
el miedo
pasea por mi sangre
arranca mis mejores frutos
devasta mi lastimosa muralla
destrucción de destrucciones
sólo destrucción
y miedo
mucho miedo
miedo.
el miedo tiene tiempo
el miedo
pasea por mi sangre
arranca mis mejores frutos
devasta mi lastimosa muralla
destrucción de destrucciones
sólo destrucción
y miedo
mucho miedo
miedo.
sábado, 18 de julio de 2015
Unforgiven
Porque desde el
comienzo fueron dulces y agrios los encuentros, porque era un verte y saberte
en otro mundo, porque era escucharte y saberte en otras historias.
Aceptamos los
desapegos tempranos y sufrimos las consecuencias futuras: las mentiras, las
dobles vidas. Acepté caminar hacia la nada y encontrarme con mis propias miedos
y mis propias paredes, pero seguí caminando, golpeada y desgastada y quizás
estos sean los gritos de furia, los gritos de angustia de un pasado que no
puede ser perdonado, porque siempre elegiste otros brazos, siempre elegiste
otras sonrisas y siempre elegiste otras historias. Tiempo al perdón que pensé
posible, necesito ese tiempo para entender el por qué de tus disfraces y el
desprecio de doce meses de agridulces besos.
martes, 23 de junio de 2015
A
veces esa sensación se vuelve un continuo, un recurrente entre dos. Ya no
espero nada, no espero que cambie esa sensación que ahoga los momentos que se
van hilando uno a otro, que van continuando estos días, que, en inercia
innecesaria, se caminan sin haber entendido todavía el por qué de los sucesos y
el por qué de los olvidos; o quizás, no haya un olvido, sino una negación a
toda forma de pasado, a toda forma que se dibuja en el presente, sin notar las
repeticiones, las reiteraciones, la reincidencia a lo muerto, a lo perdido, a
lo poco valorado, a la destrucción, al olvido por conveniencia, a la ceguera momentánea
del desprecio, de la mentira, de las trampas, de la fábula en que se ha
convertido tu vida.
sábado, 6 de junio de 2015
De qué sirven...?
¿De qué sirven tantos sacrificios,
cuando no tenés con quién compartir tu triunfo?
¿De qué sirven tantos caminos, si
siempre que duermes estás solo?
¿De qué sirven tantas lágrimas, si no
hay abrazo que te acompañe?
¿De qué sirve tanto cariño, si no hay
nadie a quien querer?
¿De qué sirve mi boca, si no hay nadie
para esbozar la sonrisa?
¿De qué sirven mis manos, si se
empecinaron a estar solas y sueltas?
¿De qué sirve mis ojos, si no hay un reflejo en la mirada?
domingo, 31 de mayo de 2015
Burning desire
Burning desire, Lana del Rey
Te conocí un
sábado frío de Recoleta. No esperaba que me sucediera nada, no tenía nada
premeditado. Te conocí, hablamos, me gustabas. No esperaba
poder llevarte en mi auto ese mismo día, tenerte al lado mío, sentirte como lo
hacía, porque a pesar de que no teníamos contacto, me gustabas, te sentía, me
atraías. No esperaba que me escribieras, no esperaba ese día de sol, tus manos
rosando mi pelo, mi piel, sentirte, saborearte. No esperaba que todo sucediera
tan rápido, tan mal, o tan bien, porque ya no sé que estaba mal o que estaba
bien, porque todavía no puedo entender todo lo que pasó en menos de un año. La
euforia con que me escapaba de noche para verte. No dormir, no descansar de
vos. Siempre escapando de los otros, de tu otra vida, de esa vida que debías
ocultar. Saboreé lo prohibido de las noches frías, ilegales. Siempre supe de tu
distancia y supe aceptarlo. Me golpearon tus palabras cuando pediste más, temí,
pero me arrojé. Cuando empecé a sentirme cerca, tranquila, todo pareció
estallar. Desapareciste, te incineraste y la vida me golpeó fuerte. Me golpeó
tan fuerte como ese sábado 31 de mayo en que me dijiste hola, soy Jonathan.
jueves, 28 de mayo de 2015
Polivalente
tu voz,
tu olor que se aparece como un fantasma
Me duele que no estés,
me duele que estés.
Me duele que no sea
y me duele que sea
Me duelen tus mentiras
y también tus verdades
Me duele que me ignores
Me duele que me hables
Me duele no saberte
y haber sabido demasiado.
Me duele despertarme
y saber que todo ha acabado
sin haber podido sentir el sabor
de haber empezado.
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