miércoles, 27 de agosto de 2014

Las notas



A veces el tiempo se mete tan adentro nuestro que duele. Hoy sos todas las notas del tiempo que acumulé durante los días en que me disputaba volver a creer en el apego. Aposté a la perdida, sintiendo la inminente ruptura. Las notas eran sobre un pasado que volvía como un fantasma, eran la negación a la apertura, eran las partes de mi armadura. Los días de frío llenaron el espacio y la humedad, que se entrometía por las rendijas de la lata, me recordaba aquellos días en que la vida me daba cariño, anhelando nuevamente volver a sentir. Sabiendo los riesgos aquí estoy, perdiendo, muriendo. Tengo esta angustia todavía que me persigue, esa angustia de saber que estaba haciendo todo mal, de no saber si avanzar, quedarme, huir, quererte, alejarte, remarla o desilusionarme. Debería haber huido, la soledad se ha convertido en un cuchillo empecinado en lacerar mi pecho otra vez, derramando su blanca sustancia en mi mirada, en mis días. Y solo me quedan ustedes, las letras, las eternas compañeras de mi soledad

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