jueves, 10 de octubre de 2013

Pelusitas en la ventana

Llegó esa hora en el que el sol entra por la ventana y cada una de las pelusitas que hay en la habitación se reflejan danzando, aletargadas y perezosas. Me quedé hipnotizada, perdida en esa danza de interminables y pequeñas pelusitas , en su eterna e ininterrumpida caída. Moví una mano, avivando por un instante aquel letargo luminoso y las pelusitas salieron en un rapto vertiginoso disparadas y eufóricas, como asustadas por la irrupción, frenéticas pelusitas y unos segundos más tardes, la paz, el sopor, al sonido de los pajaritos...

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