Quisiera poder
cambiar tu realidad. Esa realidad húmeda y de camas rotas que cada día te toca
vivir, la de los pocos alimentos, el frío del invierno, el barro y los
recuerdos mojados. Quisiera poder cambiar tu realidad por la de los almuerzos
cálidos, los abrazos eternos, la de la lucha y la de los rincones privados. Que
te levantes y veas otra realidad, mi realidad… la que proyecta y no socaba, la
que ayuda y no desgasta, la que avanza y no para.
No comprendo cómo
siendo tan cercanas el abismo nos separa.
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