miércoles, 15 de agosto de 2012

Un abril.


Quisiera poder cambiar tu realidad. Esa realidad húmeda y de camas rotas que cada día te toca vivir, la de los pocos alimentos, el frío del invierno, el barro y los recuerdos mojados. Quisiera poder cambiar tu realidad por la de los almuerzos cálidos, los abrazos eternos, la de la lucha y la de los rincones privados. Que te levantes y veas otra realidad, mi realidad… la que proyecta y no socaba, la que ayuda y no desgasta, la que avanza y no para. 

No comprendo cómo siendo tan cercanas el abismo nos separa.

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