martes, 30 de diciembre de 2014

Las seis guardianas



Las seis guardianas protegen los sueños de apego, los sueños de manos cálidas, de abrazos eternos; protegen los enredos de sábanas, las piernas entrecruzadas, las miradas de mañana; protegen los besos de buenos días, los juegos casi infantiles; protegen el espacio donde el tiempo parece no pasar; protegen los desayunos en la cama, los abrazos lentos, los besos rápidos, el juego, los temblores, el descanso; protegen las manos entrelazadas, las caminatas eternas, las noches de luna, las risas de confidencia.
Hablé con mis seis guardianas, les pedí que protejan mis sueños. Las guardias tienen magia...

jueves, 4 de diciembre de 2014

Horas



Las horas pasan llevándose todo puesto y el Nombre como un eco adormecido, casi muerto, se diluye en el nunca jamás. Se secaron los recuerdos, vanos objetos ahora, dormidos en “adioses” y “hasta siempre”.
Ecos, ecos, no suenen, no despierten el temor, el pavor de ese Nombre fantasmagórico que viene a remover la hojarasca. Dejen que se asiente, dejen que me duerma junto a la soledad imperiosa que exige, devora y saborea los pocos sueños que buscan resucitar.

viernes, 28 de noviembre de 2014

La lapicera calla



La lapicera calla...
ya no hay palabras que describan esto
no hay sueños, no hay miedos
no hay espera, ni deseos
no hay dolor, no hay rabia
no hay nostalgias, ni suspiros
no hay rencores, no hay canciones
no hay melodías, ni poesías
no hay nada
solo la lapicera calla...


(Cosas que surgen con música. Escribiendo con el soundtrack de "El amor en los tiempos del cólera")

miércoles, 26 de noviembre de 2014



Dos seres balanceándose en la distancia. Sin poder verse, sin poder decirse, sin poder tocarse.

lunes, 10 de noviembre de 2014

El muro



El muro habla de los adioses,
de los ausentes
el muro guarda secretos,
momentos
el muro dibuja fisuras
del pasado
el muro tiene hendiduras
lamentos, risas
tormentos.

Ecos


En este pasadizo inmenso,
oscuro laberinto de sombras
negras, que agolpan
zumbidos, sonidos, espacios
de susurros,
chillidos.
Ecos lúgubres, disonantes
y atosigadores, vienen
no, me ahogan
no, me niego
no, ya no quiero
este silencio
este blanco
que hace ecos
del recuerdo