¡Oh, estrella piadosa; oh, dulce luz de los hombres!... Llevo a través de la vida el peso del sexo...
A. Storni

Me hablas, Alfonsina, desde el mar, ese manto azul que protege el temor a tus sueños. Me hablas, Alfonsina, porque yo, también, tengo miedo.

Siccus

Hacia dónde quieres correr? Yo solo tengo estas manos y un espacio vacío en mi interior, lleno de sueños sepias, de polvo, de miedos.

A dónde quieres llegar? Yo tengo cariño huérfano, palabras inquietas y una prisión interna.

Dónde quieres pisar? Este suelo seco, marca huellas, tristezas y no hay simiente que la enriquezca.

Yo soy suelo firme, sediento de agua, soy suelo reseco, rogando por lluvias, soy suelo que espera su Nilo, pero teme perderse, teme encontrarse, teme hundirse, transponerse, salvarse...

Aphonos

Qué estrella se ha roto para hacerte sufrir así?

No me mires tan blanca, que no puedo alcanzarte,

no puedo entenderte, no puedo abrazarte.

No me mires tan blanca, llorando, sufriendo,

no puedo salvarte.

No me mires, no llores tus pesadillas,

no puedo levantarte.

No me mires, no escapes a las tinieblas

mis manos se han dormido,

No me mires con los ojos perdidos,

el corazón partido, el cuerpo tieso, los puños tensos.

No me mires tan blanca

porque solo soy silencio.